La boda deMichelle & Walter

Michelle y Walter se enamoraron en España. Cuando llegó el momento de casarse, fue la opción de su corazón. Y preparamos cuatro días de celebraciones continuadas.

El día de la boda Michelle se preparó con sus damas. Su suite era una fiesta. Junto con ellas, los peluqueros, los maquilladores, el equipo de Alta Costura de Valentino la ayudaba a ponerse bellísima con los vestidos que iba a vestir en el día.

En la privacidad absoluta de un fabuloso hotel, preparamos la ceremonia con una acortinada estructura mediterránea. La entrada de las damitas con sus muñecas enterneció a todos. El quinteto de cuerda ponía fondo a una privilegiada y famosa voz británica.

Tras la ceremonia, realizamos un coctel fabuloso con Dani García, chef con Tres Estrellas Michelin, en uno de los antiguos claustros del hotel. Los niños tenían un menu especial servido por un camarero principal vestido como el Principito, y diseñado siguiendo la temática del libro.

Con la caída del sol, y tras descansar los invitados, iniciamos un cóctel que dio paso a la recepción.

Los niños continuaron todo el día entre juegos, animación y descansos preparados en un área especial, diseñada para que disfrutasen sin fin. Su cena estaba inspirada en Alicia en el País de las Maravillas, y su camarero principal era el Sombrerero Loco.

El champagne acompañó el fin de semana completo. Los invitados cenaron escuchando una big band. Tras los fuegos artificiales, diversos shows y un famoso cuadro flamenco, comenzó la fiesta con un par de bandas internacionales de relieve mundial. Los invitados se volvieron locos.

A mitad de la noche se abrieron las estaciones, tematizadas con una hamburguesería, una tienda de kebabs y una pizzería. Un hada entregaba algodón dulce y otras delicias, junto con un heladero con su carrito de los años 50. La fiesta duró hasta la mañana.